viernes, 17 de febrero de 2012

Natalia no tiene apellido

Lo dejó guardado en alguna gaveta de su viejo apartamento, justo antes de olvidar la calle dónde quedaba y no poder volver. Desde entonces dedica las noches a hurgar cerraduras ajenas intentando encontrar la propia. A ratos se le olvida que es lo que busca, y se obsesiona con las ventanas o los ladrillos, a ratos se molesta a un punto histérico con las puertas y decide abandonar toda búsqueda y se duerme en algún pórtico ajeno del que siempre la corren en la mañana.
Y es lo que mejor describe a Natalia: corrida. La corrieron del pre-escolar, de la primaria y prefirió no intentarlo con el bachillerato. La corrieron de su casa, de su primer trabajo y del equipo de fútbol de la residencia. La corrieron esa mañana de su abasto de confianza y después de la licorería de la esquina.
Al final, a Natalia nadie la quiere, nadie la siente suya. Lo único que tenía era el viejo apartamento y ya no sabe donde está. A veces se pregunta si la extraña - ¡ay! ojalá - pero apartamentos como ese no saben extrañar. Sólo saben robarle a uno el apellido y esconderse entre una cafetería cualquiera y un matadero horrible - sí, ¡es cierto! había un hotel de mala muerte cerca -.
Natalia no camina bien, lleva demasiado tiempo durmiendo en el duro cemento y sus piernas están molestas con ella por desconsiderada. Se pusieron de acuerdo con las manos - ¡malditas conspiradoras! - para hacerle la vida más dificil. Pero ya ella les enseñará quién manda cuando las haga gatear hasta la próxima puerta - ¡ahhh! ya no son tan machitas ¿no?-.
Natalia no está loca. Ella sabe que la gente la ve mal y siente pena por ellos - idiotas - que nunca han tenido un apartamento que buscar. Natalia es una caraja normal. Lo único extraño es que ha tomado ultimamente la maña de hablar de ella misma en tercera persona. Y bueno, a veces habla con ella misma - a veces más que a veces - pero eso es típico de las personas a las que se les pierden los apartamentos.
Si no creen, que le pregunten a Natalia.

1 comentario:

Gio dijo...

Estoy segura que Natalia y Carmela serían muy Buenas amigas, por la similitud de sus vidas...

Te amo