martes, 5 de enero de 2010

Argh!

Hay gente que juega a hacer y gente que hace.
Recuerdo cuando hacía teatro que una compañera, más experimentada en las tablas que yo, me gritaba: el problema es que no estás gritando, estas haciendo que gritas. Honestamente, en ese momento no entendía del todo cuál era el problema en fingir que gritaba, al fin y al cabo, estaba actuando. Me costó años comprenderla.
Pero la comprendí, eventualmente. Porque tuvo las bolas de pararse frente a mi, y con su crisis habitual me dijo que la estaba cagando.
Hoy no puedo más que devolverle el favor a personas que lo necesitan.
Amigos: la están cagando.
Están jugando a hacer política, en vez de hacer política.
Y no estoy hablando ni de Leopoldo, ni de Ledezma, ni de Manuel, ni de Capriles ni de ninguno de esos señores que se "formaron" ya políticamente y que sé que, lamentablemente, enfrascarme en una lucha por cambiar sus maneras, sería lo mismo que intentar que mi madre cambiara su mentalidad de derecha a sus 50 años.
Hablo de ustedes, de los que lucharon a mi lado, de los que corrieron a mi lado, de los que gritaron, lloraron, cantaron y aplaudieron a mi lado.
Hablo de ustedes que tienen mi edad, ustedes que son jóvenes y a los que se les permite, como a mi, ser idealista.
Hablo de las caras que vi arrugarse ante las injusticias, de los ojos que desesperadamente buscaban un futuro mejor, de las manos que tanto construyeron pintadas de blanco y bien en alto.
¿Qué demonios pasó?





A ver, si todos tenemos claro, que lo que ha dañado en las entrañas al país es la corrupción, el amiguismo, la falta de estructuras verdaderamente meritocráticas, la disolución de partidos, las ansias desmesuradas de poder (todo el poder que se pueda, lo más rápido posible)... entonces, ¿por qué están jugando a eso?

Por qué decidieron jugar a hacer política, jugar a manipular masas, jugar a prometer neveras, a besar viejitas... jugar a atacar a las estructuras, ya bien jodidas, que intentan levantarse para lograr nuevamente una mentalidad y un futuro democrático.

Por qué, si sé que pueden, si los vi cuando pudieron, ahora se venden al mejor postor, al que les ofrezca la tarjeta con el título adecuado para precederles el nombre. Por qué no siguen trabajando, por qué no se construyen un futuro en la política mientras construyen un fucking PAIS.

¿Qué creen que están logrando? ¡Un puesto en la asamblea! que arrecho, pues felicidades, si, es bonito ser diputado supongo. Recuerdo que había una consigna que decía: No se construye con una asamblea que se prostituye... El simil salta a la vista, no necesito hacerlo más claro.

Porque no crean, ni por un momento, que los favores que les hacen ahora no esperarán ser pagados después. Sólo no sean idiotas, y comprendan que si algo necesitamos en este, tan golpeado, país no son mentiras, ataques, y juegos. Que no necesitamos la política de Leopoldo, ni la de Ledezma, ni la de Manuel.

Que hay personas, mil veces más preparadas e inteligentes que ustedes (auch, el ego) que no están allí porque NO se prostituyen por una tarjeta. Porque creen en la democracia. Porque quieren un mejor país.

Y sobre todo, que sepan que, si siguen por donde van, en unos años, van a ser ustedes los que van a tener que recurrir a un monton de chamos para poder recobrar un poco la credibilidad que una vez tuvieron.

Éxito.